Año Nuevo, promesas nuevas...

Vaya… ahora sí a ponerse a trabajar, ya es 11 de enero, y todavía algunos continúan con la resaca de Año Nuevo, otros con pedazos de Rosca de Reyes en la boca, y otros, como buenos mexicano, posponiendo sus propósitos, ese cursi y quemado ritual propio del tiempo, en el que varias personas que están a tu lado quizá no te cuenten nada en todo el año, pero que en esta fecha por lo menos harán lo posible porque tú te des cuenta de algo sin necesidad de que ellos te lo digan: Que van a recibir el Año Nuevo, ya sea con calzones rojos o amarillos para encontrar pareja o dinero, como si cayeran del cielo (la pareja y el dinero, eh…?)

Que pena me da...

Hoy por la mañana hice lo que habitualmente hago todos los días: leer el periódico, a veces es importante saber lo que pasa en el mundo, y no nada más el último chisme de Niurka y Bobby o la Tigresa, ya que eso no deja más que personas lelas y con un capital cultural de quinto mundo.

Sin embargo, hoy una nota que llamó especial atención: Después de haber estado arraigados en un hotel por cerca de una semana, una pareja de individuos pasaban a ensanchar las estadísticas en el Centro de Readaptación Social (¿?) de Mexicali, al ser detenidos y confesar la muerte de sus hijas de 3 y 2 años de edad. El hombre, que de eso nada más tiene el nombre, confesó que castigaba de manera salvaje a las criaturas porque no soportaba que se orinaran en la noche, ya que las niñas, la madre y él dormían en la misma cama. Muchas veces los niños no tienen control sobre sus funciones fisiológicas, muchos menos a la edad de las niñas, y mucho menos a la hora de dormir, pero este individuo, que creo que nunca se orinó en la cama, no se tentaba el corazón para maltratar a sus hijastras; con la actitud solapadora de la madre, quien tuvo miedo a denunciar las actitudes cobardes de este individuo, pero no la exime de responsabilidades, porque eran sus hijas... ¿o a poco una madre no haría lo posible por defenderlas y buscar su bienestar?

Creo que la violencia en cualquier tiempo y lugar no tiene razón de ser, pero la violencia contra los niños es injustificable y por lo tanto imperdonable, me da vergüenza y rabia ver como gente sin razón cargan su mano contra niños indefensos, que podrán ser traviesos, pero no hay nada mejor que la comunicación y la educación para corregir el comportamiento de un niño, y para ese par de infelices, asesinos y cobardes, espero que todo el rigor de la ley caiga sobre ellos y puedan soportar el golpe de pasar el resto de su vida en la cárcel, un golpe que va a pesar más que aquel con el que dieron muerte a sus propias hijas...

Jarhead: Soldado Anónimo

El viernes pasado tuve oportunidad de ver una muy buena película, la cual recomiendo de manera importante: Se llama Soldado Anónimo, o como su nombre original la presenta, Jarhead. Un filme dirigido por Sam Mendes (Belleza Americana) y protagonizada por Jake Gyllenhall (El día después de mañana), y que está basado en la novela del mismo nombre, escrita por Anthony Swofford, quien fue uno de los tantos soldados estadounidenses que combatieron en la operación Tormenta del Desierto a principios de la década de los noventa.

Gyllenhall interpreta al mismo Swofford, un individuo de 20 años que detrás de la valentía que caracteriza a un marine estadounidense, esconde un miedo, una frustración porque no tiene otra opción después de no ser aceptado en la universidad, y decide formar parte de la Marina Estadounidense, con las consecuencias disciplinarias y rígidas que esto conlleva. En ese momento, el país de las barras y las estrellas continuaba con su afan, hasta ahora interminable, de intervenir en los conflictos de otros países, en este caso, entre Irak y Kuwait, y que al final termina con la llamada operación Tormenta del Desierto.

La mentalidad de muchas personas, y en especial, de un soldado en tiempos de guerra, es comerse al mundo, disparar un rifle y acabar con cuanto enemigo aparezca, terminar triunfante la guerra y regresar con honores al hogar; sin embargo, la frustración y la tristeza de sentirse inútil, al denegarse un permiso para disparar al contrincante, y la pena de recibir apoyo popular cuando regresas a casa después de no haber hecho nada en la guerra, son abordadas de manera suspicaz por Mendes en la cinta, como parte de ese afán de mostrar en sus películas la humanidad de sus personajes.

Excelentes actuaciones de Jamie Foxx y Peter Sarsgaard, que junto con Gyllenhall hacen de Soldado Anónimo una buena opción para ver la guerra desde otro punto de vista, la del soldado que quiere hacer todo, pero que las circunstancias se lo impiden. No dejes de verla.

El primero...

Hola...

La verdad, no sabía mucho de estas cosas, se me hacían raras, pero gracias al curso intensivo que me dieron unos compas, pues estoy aquí, y aunque no tengo nada, cómo sirve para promoverme, jajajaja...

Espero escribir algunas cosas, no a diario, pero de vez en cuando, algunas tarugadas, a veces algo serio, a veces aburrido, pero es lo que pienso, y a veces no es bueno.... buajajajajaja....

Nos vemos pronto...