El valor de un periodista

La organización mundial de denuncia y defensa de periodistas desaparecidos, Reporteros sin Fronteras, ha mostrado su indignación en el sentido de que nuestro país es el segundo más peligroso del mundo (después de Irak) para la práctica del periodismo. En los últimos seis años, veinte comunicadores han sido asesinados, y hasta el momento la respuesta de las autoridades ha sido prácticamente nula. Lamentablemente, la libertad y la búsqueda de la verdad son arteramente calladas por las armas y los intereses de los poderosos.

En Baja California, un referente obligado, de muchos que han ocurrido, en cuanto a lo crítico de sus comentarios y las consecuencias que han llevado los mismos, fue el periodista Jesús Blancornelas, un reportero de la sección deportiva de un diario en su natal San Luis Potosí, que con el paso de tiempo, se consolidó como uno de los comunicadores más importantes y respetados del país.

No obstante, ese reconocimiento no se lo ganó en balde, porque desde hace más de 26 años, el semanario Zeta, el cual fundó y dirigió durante mucho tiempo, ha sido uno de los medios de crítica y denuncia más importantes y asertivos en la República. Blancornelas, desde este importante semanario fue capaz de hacer con valentía y de frente lo que muchos reporteros no han (o no hemos) querido realizar: la muestra sin aspavientos de quiénes son los principales cabecillas del narcotráfico, cómo se mueven, qué hacen; en pocas palabras el teje y maneje del crimen organizado; así como la corrupción que enturbiaba al oficialismo.

La fuerza del periodismo de investigación, del comentario incisivo, de la denuncia y la valentía promovida en Zeta, obviamente no era del agrado de aquellos arraigados en el poder, a los que verían derrumbados sus intereses y que encontraron como mejor solución la violencia, la cual se reflejó en el asesinato de sus colaboradores Héctor “El Gato” Félix y Francisco Javier Ortiz Franco, así como el atentado que aquel 27 de noviembre de 1997 acercó a Jesús Blancornelas a la muerte; en aquella ocasión la balanza se inclinó a favor del periodista, que a pesar de ese acontecimiento, siguió a tambor batiente y con valentía mostrando la situación que vivía y sigue viviendo nuestro Estado.

Hoy Jesús Blancornelas ha fallecido. No han sido las balas arteras de un rifle, sino el quebrantable dolor que la naturaleza también es capaz de provocar, lo que lo llevó al final de su vida. Quienes fuimos fervientes lectores de sus Conversaciones Privadas o de sus Dobles Planas recordaremos, no sólo como simples comentarios, sino como verdaderas lecciones, el valor de este reconocido periodista. Descanse en paz.